domingo, 11 de diciembre de 2016

Metallica - Hardwired... To Self-Destruct



Metallica están de vuelta. La que en su día fue la banda de metal más grande del planeta ha tardado 8 largos años en editar nuevo disco. No es que en ese tiempo hayan estado parados. Desde la salida de Death Magnetic han estado ocupados, ya sea tocando en la Antartida, sacando una (olvidable) película los cines, editando algún que otro EP... pero la verdad es que cuanto más años pasaban, más crecían las expectativas sobre un nuevo álbum que de una vez volviera a recuperar la fe de los miles de fans de la banda de San Francisco. Para ello no han dudado en invertir tiempo y dinero en una campaña de marketing que parece haber funcionado. El sacar un videoclip de cada tema días antes de la salida del disco ha resultado un acierto y no hay ningún fan del metal sobre la faz de la tierra que no haya visto, al menos, uno de los vídeos.

Si Death Magnetic fue un (fallido) intento de volver a su sonido clásico, ahora parece que Metallica han conseguido salir de su letargo y editar un disco con algunos temas que conseguirán que hasta el fan más renegado consiga esbozar una sonrisa. Producido por Greg Fidelman, Hardwired... To Self-Destruct contiene 12 canciones divididas en dos discos (no contamos con los discos extras de ediciones deluxe) junto con la que es posiblemente la peor portada de toda su historia y eso que llevan en mi opinión desde el ...And Justice For All sin sacar una decente, que ya es decir.

A rasgos generales estamos ante una banda que lejos de poder alcanzar la rabia, agresividad e inspiración de antaño, consiguen sacar sus mejores rasgos. Asombra escuchar a un irreconocible Lars Ulrich  a la batería, técnicamente más acertado en años, al motor del grupo, James Hetfield, cantando como en los años del Black Album y siendo a la guitarra el director de la base rítmica creando riffs pegadizos, a un Robert Trujillo muy a su honda, quizás desapercibido pero haciendo bien su trabajo y al siempre discutible Kirk Hammet que bajo alguna excepción en el disco, sigue con sus solos poco inspirados, recurriendo al wah wah y demostrando una carencia técnica que no se sabe si es por su falta de interés en componer temas nuevos, en su pasividad o que simplemente se ha quedado sin ideas. 

Sea como sea, sus aportaciones son lo peor de este trabajo. Musicalmente recuperan el sonido de sus primeros años pero no dejan de lado cortes que recuerdan a su laureado Black Album y alguna que otra reminiscencia a los discos Load y Reload para no soltar a su público más mainstream.

Pasando a las canciones, el primer disco abre con Hardwired, un tema rápido con riffs inspirados en sus primeros años y que concretamente recuerdan al Kill'Em All. Pese a que ya tienen unos años, parece que han querido viajar a aquellos años en los que eran unos adolescentes que comenzaban a crear su música influenciados por el heavy metal británico. Algo que se ve reflejado también en Atlas, Rise!, para mí la mejor canción del álbum, donde de nuevo presentan riffs de los Metallica más auténticos y con una parte instrumental claramente influenciada en la NWOBHM y que presenta una base rítmica muy compacta y donde Hetfield simplemente se sale.

Now That We're Dead pasa de recordarnos al Kill'Em All al Black Album en un medio tiempo más sereno donde el riff es el principal conductor de la canción. Vuelta al heavy metal con la cañera Moth Into The Flame, con un puente y estribillo muy convincentes y unos cambios de ritmo donde la batería de Lars pasa de la calma al éxtasis en cuestión de segundos y que junto a Trujillo forman un muro sonoro muy potente. 

En Dream No More encontramos el primer tropiezo del disco. Pese a ser un corte oscuro con riffs pesados, no termina de despegar pese a algún buen momento y donde incluso encontramos un buen solo de guitarra por parte de Hammett, pero su exceso de minutaje lo acaba convirtiendo en una canción de relleno. Precisamente la larga duración de algunas canciones es uno de los principales problemas del disco, ya que con Halo On Fire pecan del mismo problema. Un tema que pese a los cambios de ritmo, elementos acústicos o los cambios de registro vocales de Hetfield, se me termina haciendo algo pesada. 

Pasamos al segundo disco que abre con Confusion, un tema con innegables referencias al Am I Evil? de Diamond Head con Ulrich marcando golpes de batería muy similares a la canción de los británicos. De nuevo medio tiempo oscuro y atmosférico donde también se encuentran influencias en el sonido del Black Album (alguien dijo Sad But True?) ManUNkind es otro medio tiempo donde de nuevo el mintaje juega en su contra. Encuentro los riffs del tema muy sosos y el solo de Hammett poco inspirado. Canción cansina con la que comienza el aterrizaje forzoso.

Con Here Comes Revenge consiguen mantener el vuelo estable con pasajes acústicos y con esa subida controlada de la instensidad que la hace interesante, pero no llega a estar entre lo mejor del disco. Am I Savage? retoma el sonido oscuro y atmosférico donde toman la inspiración de los Black Sabbath en su época de los años 90 y que mezclan con los elementos típicos de los Metallica. El resultado es curioso.

Murderer One es una canción dedicada a la memoria de Lemmy Kilmister, líder de Motörhead, una de las bandas que más ha influenciado en el sonido de Metallica y a quienes siempre han rendido homenaje. Es por ello un poco reprochable el que esta canción no tenga ni un ápice de ese sonido. Ni un riff, ni una melodía, nada que recuerde a Motörhead o su legado, a excepción de la letra, que pese a ser emotiva, musicalmente queda muy pobre, como si le faltara algo. Para terminar, Spit Out The Bone nos hace abrir la boca del asombro para traernos (por fin) un tema de thrash metal de la vieja escuela! Riffs asesinos, batería machacona y ritmos acelerados junto a un James Hetfield que canta más furioso que nunca y con la aportación de Trujillo en esas líneas de bajo.

Hardwired... To Self-Destruct es en definitiva lo mejor que ha grabado Metallica desde el Black Album (ojo, que hace de eso 25 años, no dice mucho a favor de sus anteriores trabajos). Nunca volverán a ser los Metallica del Master Of Puppets o del Kill'Em All y está claro que a estas alturas el thrash metal les queda algo grande, pero han demostrado que son todavía capaces de sorprender y de regalarnos alguna que otra canción aceptable. 

Si bien es cierto que el primer disco es más heavy, más directo y disfrutable y el segundo más denso y difícil de digerir, en conjunto no es mal trabajo. En su contra está ese exceso de minutaje en algunas canciones y que el álbum cuenta con un par de temas o tres prescindibles que bien podrían haber dejado en el cajón para hacer un único disco para que fuera todo más redondo, pero a estas alturas, no se les puede pedir mucho más. Hagan lo que hagan les va a llover de todo, desde las malas críticas de esos fans que nunca les perdonarán por abandonar el thrash metal hasta los fans más conformistas que estarán contentos de que saquen disco nuevo (y encima doble!) 

Sea como sea, tenemos nuevo material. Toca disfrutarlo, criticarlo, alabarlo o simplemente, seguir soñando con que algún día Metallica sacarán sus chalecos de parches, desempolvarán sus viejos instrumentos y decidirán volver a tocar thrash metal. Y si no, ahí quedan para la posteridad esos cuatro discos que son pilares fundamentales del heavy metal.

Discográfica: Blackened Recordings / Universal Music


Formación:

  • James Hetfield - Guitarra, voz
  • Kirk Hammett - Guitarra
  • Lars Ulrich - Batería
  • Robert Trujillo - Bajo


Tracklist

Disco 1

  • Hardwired
  • Atlas, Rise!
  • Now That We’re Dead
  • Moth Into Flame
  • Am I Savage?
  • Halo On Fire

Disco 2

  • Confusion
  • Dream No More
  • ManUNkind
  • Here Comes Revenge
  • Murder One
  • Spit Out The Bone

Puntuación: 7.5/10

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